Hay quien opina que la felicidad no es nada más que un estado bioquímico en nuestro cerebro. Y aunque creamos que nuestros pensamientos juegan un papel indispensable para conseguir un estado de bienestar y un equilibrio emocional (lo hemos contado en otras entradas en el Blog del Triptófano), hay sustancias que influyen de manera considerable en nuestro estado de ánimo. Una de ellas es la serotonina y hoy la queremos analizar más a fondo para aprender qué efectos tiene en nuestro organismo y cómo nos ayuda para reducir el estrés y la ansiedad.
La serotonina (su nombre científico es 5-hidroxitriptamina) es un neurotransmisor responsable de la transmisión de determinadas señales químicas entre las neuronas del sistema nervioso. En nuestro cerebro hay relativamente pocas neuronas serotoninérgicas (que liberan serotonina) pero estas neuronas inervan zonas extensas del sistema nervioso central (SNC); prácticamente no hay ninguna zona del sistema nervioso central sin inervación serotoninérgica.
La serotonina en el sistema nervioso central tiene un efecto general relajante y es modulador e inhibidor de la conducta. Influye sobre casi la totalidad de las funciones cerebrales, actuando de forma directa o por la regulación de los receptores de otros neurotransmisores. A través de diferentes receptores, ubicados en el sistema nervioso central, interviene en la modulación de funciones fisiológicas esenciales, como la migración neuronal, la diferenciación y división celular y la creación de sinapsis (puntos de contacto y comunicación entre las neuronas) y también regula el comportamiento. Y ahí es donde empieza a ser interesante, porque la serotonina tiene una multitud de funciones clave para nuestro organismo como:
- Regular el estado de ánimo y la conducta.
- Regular el comportamiento.
- Controlar el apetito.
- Regular el sueño.
- La memoria y el aprendizaje.
- La percepción sensorial
Lo que es particularmente interesante es que el nivel de serotonina en el sistema nervioso está también estrechamente relacionado con los síndromes depresivos. Hay estudios realizados en pacientes deprimidos no medicados, que indican que las funciones dependientes de serotonina se reducen en la depresión. La reducción de los niveles de serotonina en el sistema nervioso es un factor que contribuye a la manifestación de los trastornos afectivos, como depresión, trastorno bipolar y trastorno obsesivo compulsivo. Varios hechos indican también que una baja actividad serotoninérgica en nuestro cerebro puede ser uno de los factores de los desórdenes por ansiedad y particularmente las denominadas crisis de ansiedad generalizada.
Para aprender cómo nos puede ayudar la serotonina para mejorar nuestro estado de ánimo y prevenir o combatir los síntomas de estrés, ansiedad, tristeza o desánimo, es clave saber que la serotonina administrada por vía oral no aumenta la concentración de serotonina en el encéfalo, (esto es porque no puede atravesar la llamada barrera hematoencefálica en nuestro sistema nervioso central); por ello, ingerir serotonina directamente no tiene acción sobre el estado de ánimo. Para la serotonina, el aporte de su precursor – el triptófano – influye en su tasa de síntesis en el sistema nervioso y en su función. La síntesis de serotonina en el sistema nervioso central depende directamente de la disponibilidad del triptófano en el cerebro. Después de atravesar la barrera hematoencefálica y entrar en el sistema nervioso central, el triptófano procedente de la sangre se convierte en serotonina en un proceso de síntesis en dos etapas. Así, el triptófano puede ayudarnos a conseguir los siguientes efectos que tanto buscamos en las épocas de estrés y decaimiento:
- mejorar nuestro estado de ánimo
- combatir ansiedad y sensación de estrés
- mejorar la concentración
- combatir el cansancio y el desánimo
De ahí viene la importancia de mantener siempre niveles óptimos del triptófano, o bien a través de la alimentación o mediante la administración de complementos alimenticios con triptófano, disponibles en la farmacia. Estos últimos tienen la ventaja de que (algunos de ellos) combinan la dosis adecuada de triptófano con otros nutrientes que favorecen su funcionamiento en nuestro organismo: el magnesio y las vitaminas B6. Podéis leer más sobre la importancia de ellos en otra entrada de nuestro Blog.
Foto | Toca Boca en Flickr