Ya llevamos muchas entradas en las que hablamos de los beneficios del triptófano y el efecto que tiene en nuestro organismo: la regulación del estado de ánimo, la reducción de síntomas de ansiedad y la ayuda contra el decaimiento. No obstante, la síntesis del triptófano en nuestro cuerpo y los efectos que produce en nuestro sistema nervioso central son muy complejos y dependen de otros factores, como por ejemplo la presencia de otros nutrientes. Hoy queremos analizar más en detalle aquellos nutrientes que intervienen en la síntesis del triptófano en nuestro organismo para saber cómo podemos hacer más efectivo el triptófano que ingerimos. ¡Vamos a por ello!
Como ya hemos explicado en entradas anteriores, muchos de los efectos y beneficios del triptófano para nuestro estado de ánimo se deben a que éste, por su parte, es un precursor de la serotonina, la llamada “hormona de la felicidad”. Pero la formación de la serotonina en nuestro sistema nervioso central no es un automatismo, sino que depende también de otros factores, como la presencia de determinadas vitaminas. Una de estas vitaminas son las del tipo B6, las cuales están involucradas en una serie de reacciones de metilación que producen los denominados neurotransmisores. La vitamina B6 en particular es un cofactor necesario en el metabolismo de triptófano (particularmente en las reacciones de descarboxilación) que origina el neurotransmisor serotonina. Por lo tanto, interviene en la regulación del estado de ánimo y específicamente en la depresión.
Otro nutriente clave para asegurar que el triptófano que ingerimos sea lo más eficaz posible es el magnesio. Igual que la Vitamina B6, interviene en la formación de neurotransmisores como la serotonina, la generación de la cual es el principal objetivo de la ingesta del triptófano con el fin de mejorar nuestro estado de ánimo o combatir síntomas de estrés, depresión o decaimiento. En línea con este objetivo también están las demás propiedades del magnesio para nuestro sistema nervioso central. A las personas que estén experimentando fases de estrés o agotamiento mental extraordinario, el magnesio les puede ayudar a mejorar su concentración, especialmente si es administrado conjuntamente con el triptófano. Por otro lado, al igual que el triptófano interviene en el metabolismo de la melatonina ayudando a mejorar la calidad del sueño, el magnesio actúa sobre el sistema neurológico, favoreciendo la relajación y por consiguiente el sueño.
De toda esta teoría podemos sacar una conclusión muy práctica: si queremos que el triptófano tenga más y mejor efecto en nuestro cuerpo, es preferible asegurar también el aporte de estos agentes complementarios. En general, siempre es recomendable seguir una dieta equilibrada, la cual debe ser suficiente para administrar a nuestro cuerpo los nutrientes que necesita. Pero todos sabemos que en ocasiones nos resulta difícil seguir a diario una dieta perfectamente equilibrada: sea por el estrés del día a día, por comodidad o porque estamos siguiendo alguna dieta o plan nutricional determinado. Para asegurar siempre los niveles de triptófano que nuestro cuerpo necesita, encontraréis en vuestra farmacia complementos alimenticios con triptófano. Para aprovecharos de los efectos y beneficios descritos en esta entrada, debéis aseguraros que los comprimidos con triptófano también contengan vitaminas del tipo B6 y magnesio. ¿Cómo? Preguntando a vuestro farmacéutico. ¡Es más fácil de lo que piensas!
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