Son muchos los factores que nos generan estrés. Hay casos en los que los eventos externos causantes de estrés no son necesariamente muy notorios o intensos, sino que tienden a acumularse hasta que llegamos al límite. En este sentido la interpretación que hacemos y la forma en la cual reflexionamos sobre lo que nos ocurre afecta directamente a nuestra perspectiva. Por lo tanto, a veces es la interpretación que hacemos lo que nos genera estrés en vez de la situación experimentada en sí.
Analizamos a continuación 4 factores que nos generan estrés:
1. El entorno: Una de las causas del estrés puede ser una condición física que no depende directamente de nosotros, es decir, factores como el ruido, falta de luz, condiciones meteorológicas o trabajo por turnos. Son situaciones a las que nos enfrentamos día a día. Cuando la máquina que se estropea en el momento más inoportuno o cuando el autobús no llega a tiempo un sentimiento de mal estar y mal humor se apodera de nosotros.
2. El trabajo: Las fuentes de estrés más común entre los ciudadanos son los factores que están relacionados con el trabajo. Entre ellos el más habitual es el exceso de trabajo. Dedicamos muchas horas al día al trabajo y estamos continuamente sometidos a un gran nivel de tensión. Esto empeora cuando nos vemos frente a situaciones tales como fechas de entrega o reuniones con clientes importantes. El desencadenante de esta fatiga laboral es la acumulación de estrés por sobrecarga de trabajo y esto provoca efectos tanto físicos como psíquicos y suele afectar, además, a los empleados más productivos para la empresa. Estas personas tienden a dedicar muchas horas a su trabajo fuera y dentro de la oficina, por lo que la mayoría de las veces llevan trabajo a casa. Un ritmo de vida así produce agotamiento y el cuerpo no descansa lo suficiente.
3. Las responsabilidades: Otras veces el hecho de delegar más responsabilidades de las que somos capaces de ejecutar nos genera también estrés. Ser promocionados conlleva muchas veces llevar a cabo trabajos por encima de nuestras habilidades o conocimientos y esto nos genera una gran impotencia. En numerosas ocasiones realizar muy bien nuestro trabajo no implica directamente que estemos preparados para ascender, o puede ser que nunca lo estemos, puesto que carecemos de las habilidades requeridas para el puesto en cuestión. Otras veces sufrimos de estrés porque no conocemos con claridad el papel que tenemos que desempeñar en la empresa, lo que nuestros compañeros o jefes esperan de nosotros o cuáles son nuestras responsabilidades. La poca información y la duda os provocan pues esta ansiedad. Por el contrario, la falta de trabajo puede igualmente generar estrés cuando el puesto conlleva una responsabilidad insuficiente para las capacidades de la persona o cuando se contrata a una persona con una cualificación muy superior a la necesaria para desempeñar una determinada tarea. No dar lugar a que el empleado participe en las decisiones que afectan directamente a su trabajo o que no haya promoción también pueden ser causantes del estrés.
4. Los cambios: No conocer y no estar familiarizado con nuestro entorno también es otro de los factores que nos generan estrés. El mundo empresarial de hoy en día es muy dinámico y los cambios son una práctica constante. Hay personas, sin embrago, que necesitan su tiempo para adaptarse a los cambios y no se sienten cómodos en entornos desconocidos o impredecibles. Por lo que cualquier tipo de alteración en el trabajo puede producir incertidumbre y ésta conlleva miedo, tensión y, en definitiva, estrés. A veces también podemos encontrarnos con situaciones que sean opuestas a nuestras creencias o convicciones y que vayan en contra de ellas. Incluso puede ocurrir que las tareas a desempeñar se contrapongan unas a otras y que dos jefes encarguen tareas contradictorias o que tengan diferentes expectativas.
Como ya hemos explicado anteriormente en nuestro Blog, conocer estos factores del estrés es el primer paso para evitar que este se convierta en un estado permanente o se traduzca en ansiedad u otros estados perjudiciales. Y es que el estrés, como bien explicamos en otra entrada incluso nos puede ayudar a superar determinadas situaciones si sabemos gestionarlo bien. Y como último queda por decir que, además de estas causas expuestas arriba hay muchos mas factores personales que pueden generar situaciones de ansiedad, como tener problemas con la pareja, problemas de salud, problemas económicos, crisis personales; pero estos los trataremos en otra entrada…
Foto | Bhernandez en Flickr