¡Contágiate de buen humor!

Sonríe y déjate contagiar por el buen humor de los que te rodean. No hay mejor manera de empezar el día que transmitiendo y recibiendo felicidad.

Nunca os habéis parado a pensar que si la sonrisa de una persona desconocida nos afecta ¿cómo afectará nuestra sonrisa a las personas que apreciamos y con las que nos relacionamos habitualmente? Sonreímos a todas aquellas personas que pertenecen a nuestro entorno e incluso a desconocidos en determinadas situaciones del día a día. O puede ser que no y que por el contrario seamos de esas personas que llevamos caras serías durante todo el día, algo que deberíamos cambiar.

El buen humor es uno de los factores más importantes a tener en cuenta cuando hablamos de la felicidad, de hecho está totalmente ligado. Uno sonrisa nos hace sentir bien y tendemos a devolver la sonrisa a esas personas que nos las regalan. El buen humor se contagia, sí, pero, también el mal humor y las caras gruñonas.

La  risa es una de las emociones positivas más frecuentes y llamativas. Sus beneficios dependen no sólo de la expresión de la risa misma, sino de la emoción que se esconde detrás de ella. Entre muchas cualidades terapéuticas, la risa es uno de los mejores aliados para destronar a la tristeza y al pensamiento negativo. La risa consigue hacernos disfrutar de nosotros mismos, cuando nuestro cuerpo y mente ríen, disfrutan e irradian salud, satisfacción y poder. Por eso, a la hora de tomar decisiones es vital afrontar las situaciones con buen humor. De esta manera las barreras o las dificultades nos parecerán más fáciles y menos complejas.

Cuando estamos de buen humor somos capaces de identificar los aspectos positivos y somos más proactivos. Esto queda evidente en nuestro lugar de trabajo, donde el positivismo es primordial para plantar cara a los pequeños obstáculos y desafíos que nos depara el día a día. Pasarlo bien y sonreír en el trabajo implica sentirse más a gusto y crear un ambiente más cómodo y relajado. Además, fomenta el trabajo en equipo, aumenta la motivación y por lo tanto también el rendimiento. Incluso cuando los jefes nos sonríen nuestro trabajo resulta más satisfactorio a nivel personal y hace que la formación resulte más efectiva.

El entorno que nos rodea se beneficia del poder del buen humor. Diversos estudios señalan que los humanos nacemos con una cantidad de felicidad que heredamos en nuestros genes. Esta cantidad puede llegar a ser incluso del 50%, pero, el resto lo adoptamos de nuestro alrededor. Por ello, si nos rodeamos de gente extrovertida, nos comportamos como tal y si realmente adquirimos el papel acumulamos más felicidad. Independientemente de qué tipo de carácter tengamos siempre es posible modificarlo y aprender a ser más extrovertidos y positivos, lo cual nos ayuda también a aumentar nuestro nivel de felicidad.  Del mismo modo, la risa ensayada es una de las herramientas más eficaces  para motivar y animar situaciones de escaso ánimo.

No hay ninguna duda de que la risa y el buen humor son elementos clave para vivir mejor y disfrutar de la vida, así como para controlar y combatir el estrés y la ansiedad en momentos más difíciles. Debemos intentar ver la botella siempre medio llena y, cómo no, con una sonrisa de oreja a oreja.

Y tú, ¿te ríes a menudo?

Foto | Mike Monaghan en Flickr