La felicidad es el sentimiento más buscado por los humanos. Nos pasamos la vida buscándola e intentando conservarla durante el mayor tiempo posible. En este camino nos encontramos con otro sentimiento muy importante que va ligado a la felicidad, la amistad. ¿Qué es la amistad? La amistad es un sentimiento muy fuerte que hace que nos unamos a otras personas y compartamos nuestros más profundos sentimientos con ellas. Este estrecho vínculo entre las personas nos hace sentir más felices y disminuye la tristeza, puesto que mediante la amistad las alegrías se duplican y los problemas se dividen.
Otro factor muy necesario en esta búsqueda hacia la felicidad es la autoconfianza. Sin el nada es posible. La autoconfianza es la llave que nos abre la puerta para superar las barreras que nos encontremos a lo largo de nuestras vidas. Por lo tanto, esto es lo que hace que nos focalicemos en nuestro camino para lograr esos objetivos y alcanzar el éxito. Si queremos que las personas que nos rodean confíen en nosotros debemos primero confiar en nosotros mismos.
En este sentido es muy importante mantener una actitud positiva ya que esta está relacionada con nuestra capacidad para reaccionar emocionalmente ante los diferentes eventos que ocurren en nuestra vida. Mostrando una actitud correcta seremos capaces de generar cambios significativos que afectarán nuestro día a día. Como bien decía en genio Albert Einstein “Algo sólo es imposible hasta que alguien lo duda y acaba probando lo contrario”.
Sin embargo, es la amistad una de las bases para la felicidad. Nos apoyamos en los amigos para lo bueno, pero también son aquel camino que nos guía a salir del pesimismo cuando es necesario. Creamos muchas amistades a lo largo de nuestras vidas, en distintas etapas y en diferentes grados de importancia. Hay amistades que nacen casi instantáneamente y otras que tardan años en consolidarse. Hay amistades que duran poco tiempo y otras que duran toda la vida. También hay amistades que surgen por casualidades de la vida y se convierten en amistades inseparables llenas de fuertes y arraigados sentimientos.
Como podemos ver en la película “Intocable” inspirada en una historia real dos personas que no tienen aparentemente nada en común y que se convierten por circunstancias de la vida en el mayor apoyo uno del otro. Para ser felices no necesitamos un motivo, sino que alguien crea en nosotros y nos contagie el optimismo por la vida. A partir de ahí, la felicidad la construiremos de la mano con la confianza y la amistad.
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