Todos sabemos que el mundo de Hollywood no es el real. Y más cuando se trata de una comedia, las situaciones, los caracteres, la manera de actuar – todo tiene un toque caricaturista, un punto de exageración. Y, sin duda, hasta cierto punto, el guión de una película tiene que llevar situaciones al límite para que la obra sea interesante y la comedia entretenida. Hoy queremos hablar de una película que, además de todos estos aspectos, tiene también una filosofía más transcendente que nos parecía interesante destacar aquí, en El Blog del Triptófano. La película de la que estamos hablando es “Crazy, Stupid, Love” y la razón por la que la hemos escogido es que comunica unos mensajes interesantes que aciertan con lecciones que podemos aprender para que nuestro día a día sea mejor. Aquí van nuestras reflexiones:
Para los que no han visto la película, cabe resumir brevemente el argumento: a un hombre cuarentón le pide su mujer el divorcio por la falta de entusiasmo que sufre el matrimonio en los últimos años (por no decir décadas). A raíz de esto, el hombre se encuentra con un Don Juan de pura cepa – joven, guapo y siempre en busca de una chica para la noche – que le enseña a reinventarse, a tirar adelante y a seguir luchando por lo que es importante para él.
Aquí, entonces, entran en juego tres principios que queremos comentar más en detalle.
- Principio uno: cuídate y serás más guapo/a de lo que esperabas – el secreto del bienestar es, en muchos casos, el “sentirse bien con uno mismo” y una lección que nos enseña la película de Crazy, Stupid, Love es: para el sentirse a gusto con uno mismo, en ocasiones se requiere un pequeño esfuerzo. Cuando – como es el caso en esta película – sufres un bajón en tu estado vital o una crisis de autoestima, dejarte descuidado y no tener fuerzas para sobrellevar la situación emocional es lo peor que puedes hacer. En cambio, el acto de cuidarse a si mismo, de intentar mejorar su aspecto y la iniciativa de escoger diariamente la mejor combinación de tu fondo de armario te hará sentir más cómodo, más seguro de ti mismo, en fin: más guapo/a. Cuando hagas este pequeño esfuerzo verás cómo se transmite también a tu actitud y que así el deseo de reconocimiento por los demás (que todos llevamos dentro) será cumplido de forma más frecuente, incluso mejor de lo que esperabas.
- Principio dos: si te importa el amor de una persona, ¡demuéstraselo! Es por tu propia felicidad – cuando eres querido por otra persona, nunca está de más devolver la felicidad y el cariño que te están dando. Todos conocemos (o nos podemos imaginar), cómo resulta el día a día en pareja. Entre trabajo, compras y compromisos a veces cabe poco tiempo para el romanticismo. Lo que se le demuestra al protagonista de Crazy Stupid Love a través de la petición del divorcio de su mujer, te lo queremos contar en pocas palabras: si te importa el amor de una persona, ¡demuéstraselo! Con pequeños gestos como una cena romántica, un pequeño regalo o sencillamente una carta de amor conseguirás que la mágica entre vosotros/as siga viva. Es por tu propia felicidad – a corto, y a largo plazo. Por supuesto, este principio también se puede aplicar entre amigos. Unas palabras sinceras de agradecimiento o una señal de amistad te suponen un pequeño esfuerzo pero tendrán un efecto enorme.
- Principio tres: un minuto con una persona en la que puedes confiar vale más que cien aventuras – finalmente, la película de Crazy, Stupid, Love es también un llamamiento a favor del amor verdadero. Y es que la sensación de poder confiar en alguien y compartir lo que sea con esa persona es uno de nuestros anhelos más fuertes – superior al deseo por el reconocimiento de la gente. Aunque uno debe mantener una cierta autonomía y no “estar pegado” a su pareja o amigo/a, la fidelidad a una persona cuya compañía realmente te importa es un valor indudable. Y cuando hayas encontrado una persona que te encanta, te fascina y te atrae, todas las aventuras que perderás por él/ella te parecerán nulas. Todos los que hayáis superado una situación difícil gracias a la ayuda de otra persona sabéis que: un minuto con esta persona vale más que cien noches locas con gente que no conoces.
Finalmente, cabe decir que, como bien hemos dicho al principio de esta entrada, el mundo raras veces es como una película nos lo pinta. Aun así, reflexiones como estas nos pueden ayudar a mantener una relación sana tanto con nosotros mismos como con los demás. Por supuesto, la película de Crazy, Stupid, Love es solo un ejemplo entre muchos. Si has podido sacar buenos consejos de una película que te han ayudado en tu vida, ¿por qué no nos dejas un comentario? Aquí abajo hay espacio de sobras.