Notas que te cuesta mucho más levantarte por la mañana, que tu ánimo ha cambiado, que no tienes ganas de hacer nada… Parecen los síntomas de una depresión, pero no te preocupes, lo más probable es que estés bajo los efectos de la astenia primaveral. ¿Qué es y cómo afecta a nuestro cuerpo?
En primer lugar, hay que aclarar que la astenia primaveral es un trastorno pasajero. Eso significa que tal como viene, se va. Aún así, los efectos que tiene sobre nuestro cuerpo – y sobre todo nuestra mente- pueden ser muy molestos y requerir de algún tipo de tratamiento.
Los factores que más influyen en el desarrollo de este trastorno son especialmente los siguientes:
- La temperatura. Los cambios en el termómetro tienen un fuerte efecto sobre nosotros. En un solo día podemos pasar de tener frío a tener calor en un periodo muy corto de tiempo. El hecho de vestir aún con parte de la ropa de invierno puede hacernos sentir descolocados, sobre todo al mediodía, cuando las temperaturas suben de manera más acusada.
- El cambio de hora. Aunque solo se trate de una hora menos, el reciente cambio de hora ha hecho que nuestros horarios de comida, por mencionar un ejemplo, cambien. Nuestro ‘reloj biológico’ necesita un tiempo de adaptación a sus nuevos hábitos.
- La luminosidad. Está demostrado – y os lo hemos explicado en anteriores entradas del Blog- que la luz ayuda a reforzar nuestro sistema inmunológico y colabora en la producción de serotonina, por lo que sus efectos son más que positivos en el estado de ánimo. Aún así, al tratarse de un cambio, puede ser que nos afecte de alguna manera. Eso sí, por muy poco tiempo. Al cabo de pocos días notaremos los efectos beneficiosos que tiene el sol sobre nosotros.
Sus síntomas, tal y como os hemos adelantado brevemente al inicio de este post, son la somnolencia durante el día, dolores de cabeza, desmotivación y fatiga, falta de apetito, irritabilidad y otros como por ejemplo la disminución de la libido. Como en casi todos los trastornos temporales, hay personas que los sufren más que otras. No depende de si somos más o menos fuertes, simplemente de si nuestro cuerpo está más o menos preparado para recibir nuevos estímulos del exterior. Si se sufre alguna alergia relacionada con la primavera –como por ejemplo la alergia al polen- puede ser que sus efectos se agraven.
La carencia de serotonina derivada de este trastorno puede compensarse tomando triptófano. Como ya sabéis, el triptófano es un aminoácido esencial básico para que podamos vencer al decaimiento, la ansiedad y la desmotivación. Todo ello sumado, claro está, a unos hábitos de vida y alimentación saludables. De este modo, la astenia primaveral será algo anecdótico para nosotros.
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