Hemos lanzado este Blog para hablar – entre otros temas como la felicidad o la filosofía positiva – del triptófano. En estos inicios de nuestro proyecto sería, por lo tanto, oportuno empezar con la aclaración de una pregunta básica: ¿Qué es el triptófano? Intentamos una aproximación.
En términos químicos, el triptófano es un “aminoácido aromático apolar” pero más que por esta descripción técnica, la importancia del triptófano reside en que juega un papel indispensable en la formación de todas nuestras proteínas en el organismo. Éstas, por su parte, cumplen diferentes funciones en nuestro organismo, en función de su estructura. De hecho, participan en todos los procesos biológicos y actúan, por ejemplo, acelerando reacciones químicas que de otro modo no podrían producirse (estas proteínas se llaman enzimas) o transportan diferentes sustancias de un lugar de nuestro cuerpo a otro (estas proteínas se denominan como hemoglobina).
Pero además de su indispensable función para la generación de todas nuestras proteínas en el organismo, el triptófano tiene también un papel importante para regular nuestro ánimo y nuestro estado vital, ya que ayuda a regular los niveles adecuados de serotonina en el cerebro.
La serotonina es uno de los principales neurotransmisores cerebrales que posee nuestro cuerpo. Como este, envía señales a nuestro cerebro y despliega una serie de diferentes repercusiones que nos pueden afectar de una manera positiva: la regulación del sueño, la percepción de dolor y apetito y la mejora del afecto y el estado de ánimo, entre otros. Dicho de forma muy simple, se puede afirmar que la síntesis de serotonina depende de la disponibilidad de triptófano en el sistema nervioso central. De esta manera, mantener niveles óptimos de triptófano en el cuerpo nos ayudará a conseguir los efectos positivos de la serotonina. En cambio, el estrés o la deficiencia de determinadas vitaminas inhiben el transporte de triptófano al sistema nervioso central y reducen los niveles de serotonina.
Finalmente, también es importante saber que el triptófano es uno de los 10 aminoácidos esenciales. Ser “esencial” significa que nuestro cuerpo humano no puede generar estas sustancias por si solo sino que tiene que ingerirlas a través de la dieta. De hecho, personas que siguen una dieta vegetariana sin huevos ni productos lácteos tienen mayor riesgo de deficiencia de triptófano – con todos sus efectos negativos.
Por todo ello, para asegurar un nivel óptimo de triptófano en nuestro cuerpo, es recomendable no renunciar a alimentos ricos en este aminoácido (temas que trataremos más adelante en nuestro Blog). Peor en ocasiones, ya sea por una dieta poco equilibrada o bien por factores externos (como, por ejemplo, momentos determinados de mayor estrés) hace que sea necesario un aporte extra de triptófano que podremos conseguir y a través de complementos alimenticios con triptófano que se comercializan en farmacias y parafarmacias en España.
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