Vuelta al cole sin complicaciones

Ahora ya sí. Ya habíamos vuelto a la rutina, pero nuestros hijos aun no. Esta semana la mayoría de escuelas empiezan ya las clases, después de unos tres meses de vacaciones y aulas vacías. Ello puede suponer un cambio demasiado brusco para los niños que puede derivar en ansiedad, ya que se han acostumbrado a vivir bajo menos normas y con mucha más permisividad en los horarios. ¿Cómo conseguir que noten lo menos posible el fin de sus vacaciones?

Los cambios de hábitos, tanto en la alimentación como en los horarios, pueden producirnos sensación de estrés o decaimiento. Los pequeños de la casa no van a ser distintos, por lo que los primeros días de clase pueden cambiar su comportamiento, mostrándose más irritables, cansados o sin ganas de salir de la cama. Para minimizar estos efectos, os proponemos unos sencillos trucos:

  • No cambiarles la rutina de un día para el otro. Los cambios siempre sientan mejor si son graduales, por lo que es muy aconsejable empezar a regular los horarios unos días antes del primer día de colegio.
  • Hacerles ver el lado positivo de volver al cole. Repetirles que verán a sus amigos después de mucho tiempo, y que podrán aprender cosas nuevas que ni se imaginaban que podrán llegar a saber.
  • Evitar un ambiente de ansiedad en casa por los gastos extra que genera la compra de material y libros. Los niños no tienen que darse cuenta de ello, para que no conciban la vuelta a las clases como algo perjudicial para la familia.
  • Ser un poco más comprensivos si los pequeños están de peor humor estos primeros días. No hay que dejar que nos tomen el pelo, pero sí entender que su ánimo está cambiando debido a la adaptación, de nuevo, a la rutina.
  • Cuidar su dieta y procurar que hagan algo de ejercicio físico moderado, para que en casa estén más relajados.

Con estos pasos, y teniendo siempre en cuenta los niveles de triptófano en su cuerpo, volver al cole será mucho más fácil. ¡Ánimo!

Foto |  Giridhar-Photography en Flickr