Chocolate y triptófano

¿A cuántas personas conoces que  no les guste el chocolate?

El chocolate es sin duda alguna la estrella de los postres y  dulces, favoritos tanto de adultos como de los niños. Hay un sinfín de variedades en el mercado capaces de satisfacer los paladares más exigentes, y hay incluso quien no puede pasar sin un trocito de chocolate al día!  Tan preciado es que en sus orígenes era utilizado como moneda de cambio en la civilización azteca, y en la actualidad, se dice que consumimos más chocolate que el que se produce con lo que se especula que pueda acabar convertido en un producto de lujo.  Pero os preguntaréis qué hacemos hablando de chocolate en un blog sobre el triptófano, verdad?

Ya sabéis que el triptófano es un aminoácido, que nuestro cuerpo utiliza para fabricar serotonina y que esté presente en muchos alimentos. . . como precisamente, el chocolate! El chocolate tiene triptófano sí, pero aunque probablemente sea la fuente de triptófano más conocida, no es el producto con más cantidad de este aminoácido. Tendríamos que comer mucho chocolate- pero mucho- para poder realmente apreciar su efecto. . . lo que seguramente no sería demasiado bueno para mantener la línea.  Los productos con mayor cantidad de triptófano son esencialmente alimentos proteicos: carnes, pescados, huevos y lácteos, pero también son buenas fuentes algunos cereales integrales (como la cebada), legumbres (soja) o frutos secos (avellanas). En el  libro Triptófano el secreto para volver a ser tú encontraréis tablas con las cantidades de triptófano de los principales alimentos. Por otro lado, nuestro cuerpo aprovecha mejor el triptófano cuando su presencia se asocia a otros nutrientes, como por ejemplo la vitaminas  de grupo B o el magnesio. Es por ello, que los suplementos alimenticios con triptófano, indicados para personas o circunstancoias en las cuales no se consume suficiente triptófano con la dieta, suelen incluir estos ingredientes en sus composiciones.

Volviendo al chocolate, aunque por su cantidad de triptófano quizás no lo justifique, ya sabemos que algunos lo consideran el alimento de la felicidad: y es que el chocolate también contiene otras sustancias que pueden contribuir a este efecto, como la feniletilamina o la teobromina. Hay quien dice que comer chocolate provoca el mismo efecto que una buena carcajada: nuestro cuerpo produce hormonas que hacen que nos sintamos mejor. Así que. . . ¿qué tal un  par de onzas para merendar?